miércoles, 1 de agosto de 2012

Geri Allen

Geri Allen es una de las grandes pianistas de jazz de finales del siglo XX y tiene todo a su favor para ser, en este incipiente Siglo XXI, una de las grandes referencias del jazz. Miembro del colectivo musical "M-Base", en 1994 ingresó en el cuarteto de Ornette Coleman siendo la primera pianista que Ornette, contrató en más de treinta años. Los programadores de Jazz at Lincoln Center le encargaron la obra: "Sister Leola, An American Portrait" todo un compendio musical moderno, brillante y creativo. A pesar de su juventud, posee ya una amplia discografía en Blue Note y Verve, de la que cabe destacar por su extraordinaria calidad, el álbum: "Maroons" (Blue Note, 1992)

Escuchar a esta pianista de jazz es descubrir el verdadero significado del arte en el piano de jazz. Con una capacidad técnica asombrosa, Geri Allen se ha ganado a pulso la consideración de ser una de las grandes pianistas del jazz contemporáneo. Además lo ha hecho en muy poco tiempo. Su impronta ha impactado en este difícil terreno donde las mujeres instrumentistas son una inmensa minoría. A sus cuarenta y pocos años, Geri Allen ya puede presumir de haber tocado con la flor y nata de los músicos en los géneros más diversos y ha mantenido una carrera intachable creciendo cada año. Geri Allen además está en su mejor momento de madurez. En 2003 se presentó en Madrid con el que ahora es su habitual formato de trío, junto a los hermanos Johnson (Billy al bajo y Mark a la batería), y dejó anonadado a un público que llenaba hasta la bandera el recinto. Lo mejor de todo es que ninguno de los tres tuvo que hacer nada fuera de tono o recurrir al guiño populachero: les bastó con tocar jazz de calidad a un altísimo nivel.

Geri Allen, lo mismo asume tocar en formato pequeño con un criterio muy formado de lo que es el trío, o lo hace a piano solo y entonces el lirismo de su música lo impregna todo. Y lo importante es que lo hace acumulando un derroche de swing inagotable. 
 

2 comentarios:

marian dijo...

Es una derrochona, no sólo con el swing, pero se lo perdonamos.

Sirgatopardo dijo...

Total y absolutamente.