jueves, 3 de noviembre de 2011

Ornette Coleman

Ornette Coleman (Fort Worth-Texas 1930) soportó a finales de la década de los cincuenta las criticas mas feroces dirigida contra un músico de jazz en toda la historia. Fue acusado, ni más ni menos, de asesinar al jazz. Su delito fue haber grabado para el sello Contemporary, un par de discos bajo el patrocinio del productor, Lester Koening, que transgredía los espacios cerrados del jazz inmerso en un debate interiorista que a punto estuvo de reducirlo a cenizas.

En realidad, Ornette Coleman, agregó a su música la libertad intrínseca en el jazz, rompió moldes armónicos que establecía que la improvisación se establecía sobre los acordes y destrozó el concepto de la melodía usando sonoridades que hasta ése momento, solo merecían el despectivo calificativo de cacofonías; alteró la métrica rítmica, base canónica del jazz sin perder el swing (lo cual hasta ese momento parecía un contrasentido) y dejaba libertad para que sus músicos avanzaran por su cuenta sin mas norma que la atención a una suerte de comunidad emocional, aspecto este que llegaría al paroxismo en su disco: "Free Jazz" grabado para Atlantic.

Todo eso era demasiado pare servirlo en un mismo plato y las reacciones de la ortodoxia jazzistica fueron todavía mas airadas que las criticas recibidas por los boopers, de los clásicos del swing. Junto a Don Cherry, compañero de aventuras y desventuras, Ornette Coleman desarrolló una faceta de compositor de gran peso. Toda su escritura está marcada por el espíritu del blues y es en las baladas, donde su solvencia se hace mas patente. El disco cumbre de Ornette, titulado "The Shape of Jazz to Come" contiene precisamente una excepcional balada titulada, "Lonely Woman" que promueve un sentimiento de desolación total que contrasta con el resto de la música del disco que tiene un carácter mas bien burlón.

Los años 1959 y 1960, fueron sin duda los mejores años de la música de Ornette Coleman y el material grabado en esas fechas refleja una homogeneidad que solo puede venir de la convicción artística de un músico inmune al rechazo arbitrario de los demás.


2 comentarios:

JODIDOS (la minina y el sietemesino) dijo...

Leyendo la breve reseña y escuchando a Coleman, me ha venido a la memoria una frase del maestro Fernán Gómez:
"Algunos críticos son como niños grandes que, en lugar de hacer caca por el culo, la hacen por la boca".
Si hasta cierto iluminado llego a decir de las Mil y Una Noches de Kórsakov que "por desgracia, no consigo recordar el contenido de las Mil y Una Noches, y no sabría decir muy bien qué es lo que relata el Príncipe Kalender o por qué razón hay un festival en Bagdad..." o "Rimsky Kórsakov. ¡Vaya nombre!, sugiere una barba de descuidadas patillas, manchadas de vodka".
Haberlos haylos, en fin...
Una pasada el tema, Gato.

Sirgatopardo dijo...

Cuánto echamos en falta al maestro Fernán Gómez....