lunes, 23 de mayo de 2011

Un vagabundo impenitente


Big Joe Wiliams nunca llegó a sentar la cabeza. Durante un tiempo, estuvo instalado en Saint Louis, y más adelante en Chicago, pero su "residencia" en esta ciudad, era nada más y nada menos que el sótano de una tienda de discos, e incluso este centro de operaciones quedaba abandonado cuando Big Joe sentía la llamada de la carretera. Pero mientras las carreras de otros intèrpretes de blues tradicional languidecían, Williams siempre se apañó para conseguir contratos de grabación; a diferencia de la mayoría de los músicos de su época, Williams nunca sufrió un parón en su carrera discográfica, que además durá bastantes años. Cuando murió en 1982, había grabado docenas de discos de larga duración para un montoón de sellos diferentes. En algunos casos, asus obras incluían material que ya había grabado con anterioridad, pero nunca carecieron de pasión y autenticidad. Su mayor éxito fue sin duda la multiversionada canción "Baby Please Don't Go".




4 comentarios:

Juan Nadie dijo...

No "te se" olvide la versión de Van Morrison.

Sirgatopardo dijo...

Y cómo olvidarla...

jose dijo...

Otro de los rudos de la época, en la que no importaba tanto si las notas salían limpias o no. La cosa iba de sentimiento mas bien. Y de eso parece que le sobraba.

Por cierto no me había fijado hasta hoy de que su guitarra tiene 9 cuerdas. Lo dicen en la presentación, por eso me fijé más.

Sirgatopardo dijo...

Rudo, rudo, rudo....