jueves, 17 de marzo de 2011

Un contrabajo innovador



Tan sólo seis años de actividad profesional bastaron a Scott LaFaro para establecerse como uno de los bajistas más influyentes de la historia, redefiniendo todas las nociones establecidas en su época y provocando una revolución en su instrumento. La Faro trajo consigo la "emancipación" del  contrabajo, introduciendo numerosísimas posibilidades para el mismo que habrían resultado impensables pocos meses antes de su llegada2
Antes de LaFaro el contrabajo cumplía una función básica de soporte rítmico, pero él contribuyó más que ningún otro a liberar el bajo de esta función, para hacer de él un instrumento más libre y melódico. Scott usaba una curiosa técnica de pizzicato que le permitía obtener un sonido más redondo y un volumen mayor que el acostumbrado, tenía un dominio magistral del registro agudo de su instrumento, y era capaz de ejecutar pasajes de elevada dificultad a gran velocidad y con gran precisión, pero su habilidad más característica, que desarrolló al lado de Bill Evans fue su capacidad de "interplay" en el trío, técnica que Evans denominaba "composición simultánea".
Frente a la mera función de acompañante del pianista típica de otros tríos de su época, LaFaro ponía su instrumento al mismo nivel que el piano, ejecutando frases y líneas que respondían a las de aquél en un juego colectivo estimulante y fluido, que daba como resultado un sonido que combinaba unas obvias raíces clásicas con un sonido sofisticado y moderno; que a la vez resultaba romántico e intelectual; y que, en definitiva, resultaba decididamente blanco.



3 comentarios:

jose dijo...

Estoy casi seguro que de este aprendería mucho NHOPedersen.

Debo tener algo de él, porque tengo varias cosas de Evans, pero en LP y, aunque aun tengo pickup, hace tiempo que no desempolvo los discos de vinilo.

Anónimo dijo...

La verdad es que a pesar de su juventud y su corta trayectoria, debió de ser un crack.

Juan Nadie dijo...

Una pena que se fuese tan pronto, 25 años, qué barbaridad.